En tiempos en que la cultura a menudo prefiere la comodidad de la evasión, Lillian Hellman encarna una figura que no dio nunca la espalda a la realidad. Dramaturga y guionista, novelista ocasional y polemista permanente, Hellman convirtió su obra —tanto en teatro como en cine— en un campo de batalla ideológico. Su nombre aparece inevitablemente ligado…
