El viernes 28, cuando hacíamos cola para recoger invitaciones para el día siguiente, comenzó esa sensación de cansancio mezclada con melancolía que suele darse cuando finaliza un Festival. Cansancio porque se acumulan las películas, las pocas horas de sueño y el comer a deshoras van haciendo mella. Y melancolía… porque no queremos que se acabe….
